Después de derrotar a Nalbandián en tres sets, estaba dando su particular charla a los periodistas cuando de repente empezó a sentirse indispuesto y a retorcerse de dolor en su silla: era un calambre.
Aquí lo veréis muy bien:
Observad la reacción inmediata al calambre, empezándose a hundir en la silla hasta que se fue completamente al suelo.
Por lo visto, se trató de un calambre en el isquio y en el cuádriceps a la vez. Normal que nuestro pobre Rafa Nadal no se pudiera mover. Por fortuna, después de unos 15 min del calambre, Rafa dio una pequeña explicación en inglés y siguió su rueda de prensa en español sin más problemas.
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