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Como podéis ver, los profesores corrigieron el escrito como si se tratase de un examen, y se lo devolvieron con las faltas ortográficas corregidas a boli rojo.
Desde la Consejería de Educación ya se han apresurado a asegurar que la carta de Esperanza Aguirre no tiene faltas ortográficas, y que han sido los propios profesores quienes la han modificado.
En fin...
¿Miente o dice la verdad? ¿Qué creéis?
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